Aprendizaje basado en problemas, Contrato de aprendizaje y Aprendizaje basado en equipos son las metodologías activas de las que hablaremos en este artículo, conociendo de cada una de ellas su concepto, ventajas, rol del alumno, rol del docente y su modo de aplicación.
Este artículo es una continuación del tema: ¿Qué son las metodologías activas? donde explicamos que son “estrategias de enseñanza donde el estudiante juega un papel muy importante, a partir de escenarios y actividades diseñadas por el docente, los estudiantes construyen sus conocimientos.” (Genes, 2017)
“Esas son metodologías que ponen al estudiante al centro del proceso, donde la
docencia no gira en función del profesor y los contenidos, sino en el alumno y las
actividades que éste realiza para alcanzar el aprendizaje” (Silva, 2016)
En este articulo hablaremos sobre el aprendizaje basado en problemas, aprendizaje baso en equipos y contrato de aprendizaje.
Aprendizaje basado en problemas (ABP)
Definición:
“Estrategia en la que los estudiantes aprenden en pequeños grupos, partiendo de un problema, a buscar la información que necesita para comprender el problema y obtener una solución, bajo la supervisión de un tutor.” (Fernàndez, 2006)
Forma parte de la estrategia de enseñanza denominada aprendizaje por descubrimiento y construcción.
Podemos encontrar antecedentes de esta metodología con los nombres de Técnica Problémica y el Método de Solución de Problemas las cuales bàsicamente plantean la solución de problemas en la enseñanza como una aplicación del método científico partiendo de un problema, donde se discuten hipótesis como alternativas de solución para posteriormente llegar a una verificación y replanteamientos. (Restrepo, 2005)
Ventajas:
El alumno desarrolla habilidades del pensamiento
Favorece el desarrollo de habilidades para el análisis y síntesis de la información. Permite el desarrollo de actitudes positivas ante problemas. Desarrolla habilidades cognitivas y de socialización.
Pretende que el alumno comprenda y profundice en un problema para hallar una respuesta abordando aspectos de orden filosófico, sociológico, psicológico, histórico, práctico, etc.
Papel del docente:
El docente es un orientador, un expositor de problemas o situaciones problemáticas, sugiere fuentes de información y está presto a colaborar con las necesidades del aprendiz. (Restrepo, 2005) tambièn promueve la discusión en la sesión de trabajo con el grupo.
El papel del alumno:
El alumno Juzga y evalúa sus necesidades de aprendizaje, debe investigar y desarrollar de manera grupal o individual hipòtesis para la soluciòn del problema.
Modo de aplicación:
El problema debe presentarse de tal manera que el estudiante entienda que debe profundizar ciertos temas antes de poder resolver el problema en cuestión (ChemengMcMaster, 2000).
El problema mismo se convierte en un reto para el estudiante y para encontrarle una soluciòn se debe estimular a los estudiantes a que busquen información en varias áreas y temáticas, diseñadas en el currículo ya que el objetivo no se centra en resolver el problema sino que este sirve como un detonador para que los alumnos cubran los objetivos de aprendizaje del curso. (Guevara, 2010)
Contrato de aprendizaje
Definición:
Se define como un documento que nace de un acuerdo y de una negociación entre el estudiante y el profesor utilizado para ayudar y guiar al estudiante en su proceso de aprendizaje.
Es un método de trabajo autónomo ya que la responsabilidad del proceso de aprendizaje, recae en el alumno. (Lobato, 2006)
El contrato de aprendizaje define los objetivos de aprendizaje, recursos y estrategias a emplear, temporalidad, evidencias y la metodología de evaluación.
Papel del alumno:
El alumno es el protagonista de su aprendizaje, él tendrá que desarrollar las habilidades y recursos necesarios para lograr sus aprendizajes estableciendo la forma en que les gustaría construir el conocimiento. Éstos serán evaluados y negociados con el facilitador, quien también aportará sus condiciones y lo que espera de ellos.
Papel del docente:
Su papel es ser un guía u orientador cuando el alumno le necesite por medio de establecer tutorías que permitan una adecuada comunicación.
Será un mediador entre permitir una autonomía del aprendizaje del alumno pero sin dejar de lado que no todo es negociable y que hay contenidos y objetivos o competencias que el estudiante tendrá que alcanzar dejando apertura para ajustarlas a las necesidades e intereses del alumno. (Servicio de innovación educativa UPM, 2009)
Modo de aplicación:
Bailey y Tuohy describen 6 pasos necesarios los cuales coinciden con los requisitos básicos que todo contrato de aprendizaje debe contener según Anderson:
Identificación de las necesidades de aprendizaje.
Especificación de los objetivos de aprendizaje.
Identificación de recursos y estrategias necesarios para alcanzar dichos objetivos.
Determinación de qué serán evidencias de logro de dicho aprendizaje y de cómo se valorarán.
Desarrollo del contrato de aprendizaje tras su firma por el profesor y por el alumno.
Evaluación del aprendizaje y del proceso seguido.
Ventajas:
García y Fortea (2006) nos muestran algunos beneficios que tiene este contrato:
Promover la autonomía y responsabilidad.
Incrementa la motivación del alumno en su propio aprendizaje.
Estimular la actividad del alumno en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Atender a las características personales.
“Democratizar” la educación, promoviendo procesos de negociación y participación del alumno en el proceso de docencia.
Promover la capacidad de autoevaluación y pensamiento crítico del alumno.
Aprendizaje basado en equipos (TBL)
Definición:
“Busca generar aprendizajes a través del trabajo cohesionado de grupos heterogéneos de estudiantes, los que van logrando mayores grados de autonomía y de responsabilidad, en la medida que la estrategia se replica durante el curso académico.” (Silva, 2017)
El objetivo es asegurar que los equipos de estudiantes tengan la oportunidad de resolver problemas del mundo real usando ciertos contenidos y analizando diferentes opciones de solución. (Moranga y Soto, 2016)
Ventajas:
De acuerdo a Moraga y Soto (2016) los beneficios con los que cuenta esta metodología son:
Se puede aplicar en clases grandes (hasta 400 estudiantes, pero usualmente 100-150 estudiantes)
Se puede adaptar a clases pequeñas (menos de 25 estudiantes).
Requiere 1 solo profesor para facilitar los equipos permanentes de 5-7 estudiantes que resuelven juntos los problemas, casos y/o proyectos, en la misma sala de clases.
Se busca asegurar que los estudiantes tengan la posibilidad y la oportunidad de usar conceptos para resolver problemas que se les planteen en la clase dàndoles a los estudiantes conocimientos conceptuales y procedimental (Michaelsen y Sweet, 2008)
Papel del alumno:
Estos deben ser responsables de su preparación ya que inicialmente a través de lecturas previas y pruebas individuales al inicio de la clase se prepararàn para contribuir posteriormente al éxito del equipo.
Papel del docente:
El rol del profesor es ser un facilitador del proceso de enseñanza y aprendizaje (Lee, Lagos y Mella, 2014).
Modo de aplicación:
Michaelsen y Sweet (2008) describen las tres fases con las que cuenta este mètodo el cual se divide en tres momentos:
Pre-clase, el trabajo se centra en el individuo, según una tarea previamente establecida por el profesor.
En la clase, los estudiantes se organizan en grupos para aplicar los contenidos mediante discusión en equipo.
Finalmente, durante la clase los estudiantes reciben retroalimentación continua e inmediata.
Según Michaelsen y Sweet (2008) esta metodologìa está fundamentada en cuatro principios indispensables para asegurar su éxito:
Equipos formados estratégicamente, estos deben ser heterogéneos y permanentes durante el curso.
Responsabilidad individual por parte de los estudiantes para preparar las lecturas pre-clase.
Actividades en clase que obligan a los estudiantes a tomar decisiones, las cuales deben estar relacionadas con los resultados de aprendizaje.
Retroalimentación frecuente y oportuna por parte del profesor hacia los alumnos.
Si quiere saber más sobre este tema le invito a revisar la siguiente carpeta de artículos científicos y de divulgación:
https://drive.google.com/open?id=1TD2o0kWZ9p0W0OczbQ-hXF7rhk1mXoQ3
Referencias
Anderson, G., Boud, D., Sampson, J. (1996). Learning contracts. A practical guide. London: RoutledgeFalmer.
Bailey MA, Tuohy D. Student nurses' experiences of using a learning contract as a method of assessment. Nurs Educ Today 2009; 29: 758-62.
Champin, D. (2014). Uso del team based learning para el aprendizaje de biología en estudiantes de medicina. Scielo. 31, (3)
Fernández, A. (2006). Metodologías activas para la formación de competencias. Educatia siglo XXI. 24, pp. 35-56
Guevara, G. (2010). Aprendizaje basado en problemas como técnica didáctica para la enseñanza del tema de la recursividad. InterSedes: Revista de las Sedes Regionales. 11, (20), pp. 142-167 Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/666/66619992009.pdf
Gómez, R. (2018). Uso de la metodología de “Aprendizaje Basado en Equipos (ABE)”. Contribuciones al logro de un enfoque de aprendizaje profundo y a la mejora de la enseñanza. Revista d`Innovaciò i recerca en educaciò. 11, (2), pp. 31-44
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Lee, X., Lagos, K., y Mella, J. (2014). Formación docente en el aprendizaje activo a través de las técnicas Team Based Learning e Immediate Feedback Assessment Technique. Revista de Educación en Ciencia de la Salud, 11(2), 154-160.
Lobato-Fraile C. El estudio y trabajo autónomo del estudiante. In Miguel M, ed. Metodologías de enseñanza y aprendizaje para el desarrollo de competencias, Madrid: Alianza Universidad; 2006. p. 191-223.
Michaelsen, L. K., y Sweet, M. (2008). The essential elements of team-based learning. New directions for teaching and learning, 116, 7-27. http://doi.org/10.1002/tl.330
Moraga, D.; Soto, J. (2016). TBL - Aprendizaje Basado en Equipos. Estudios Pedagógicos. 42, (2), pp. 437-447
Restrepo, B. (2005). Aprendizaje basado en problemas (ABP): una innovación didáctica para la enseñanza universitaria. Educación y Educadores. 8, pp. 9-19 Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/834/83400803.pdf
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Ruiz-Campo, S. (2016). Aprendizaje basado en equipos con IF-AT: Impacto y percepción en estudiantes universitarios. Revistas electrònicas Uach. 42, (1)
Servicio de Innovación Educativa Universidad Politécnica de Madrid. (2009). El Contrato de Aprendizaje. Recuperado de https://innovacioneducativa.upm.es/guias/LC.pdf
Silva, J. (2017). Una propuesta de modelo para introducir metodologías activas en educación superior. Innovación Educativa. 17, (73), pp. 117-131